Ésta es una receta muy sencilla, no necesitas absolutamente nada, tan sólo mucha fe y confianza en lo que estás haciendo.
Mi consejo es que la repitas todos los días, siempre que te sea posible, yo te aseguro que funciona.
IMPORTANTE:
Lo más aconsejable es que realices este ritual todas las mañanas antes de salir a la calle, e incluso por la noche, pasadas las doce. Se empieza diciendo:
"Yo, (se dice el nombre de la persona), te pido ayuda, sublime Espíritu Santo, revélame tus verdades, separa de mi ser todo lo que es imperfecto. Dirígeme una mirada de amor y perdóname todos los pensamientos que me hacen indigno. Reconozco que aunque mis aspiraciones sean sinceras, mis actos las desmienten a causa de mi gran imperfección. Quiero hacer felices a los que me rodean, ayúdame sublime Espíritu Santo, y guíame con tu luz".